Alvar Aalto
Nace el 3.2.1898 en Kuortane, muere el 11.5.1976 en Helsinki. Graduado en arquitectura en la Universidad de Tecnología de Helsinki en 1921.
Hugo Alvar Henrik Aalto (1898 - 1976) Si aceptamos la teoría del diseño por la que la forma de un artículo habría de ser determinada por su uso, ya hemos avanzado un poco para apreciar la obra del arquitecto más famoso de Finlandia: Alvar Aalto. Pero una simple definición del funcionalismo no hace justicia a la profundidad de los logros artísticos de Aalto. El funcionalismo fue una fase de su carrera, un paso hacia la expresión de la relación orgánica entre hombre, naturaleza y construcciones. Fue la habilidad de Aalto a la hora de coordinar esos tres componentes lo que revela la belleza de su obra.
Aalto habló sobre su trabajo, arte en construcción lo llamó, como una síntesis de la vida en forma material. Su padre era topógrafo. Cuando Aalto contaba con 5 años, su familia se mudó a Jyväskylä, una ciudad que siempre permanecerá asociada a su nombre. Sería su hogar durante los siguientes 24 años y allí se encuentran más edificios suyos que en cualquier otro lugar del mundo. Aalto diseñó 70 construcciones para la ciudad y sus alrededores, de los cuales 37 se llevaron a cabo. Tras dejar la escuela, se matriculó en la Universidad de Tecnología de Helsinki, donde se graduó en arquitectura en 1921. De vuelta en Jyväskylä, abrió allí un estudio de arquitectura en 1923 y al año siguiente se casó con la arquitecto Aino Marsio. Su viaje de luna de miel a Italia selló una unión intelectual con la cultura mediterránea que constituiría algo importante para él durante el resto de su vida.
En 1927 se trasladó con su familia a Turku, una ciudad situada al suroeste, para realizar algunos encargos importantes y de allí se mudo a Helsinki en 1933. Entre las últimas obras maestras de Aalto se incluye el ayuntamiento de Säynätsalo, finalizado en 1952, y la iglesia de Vuoksenniska Church (1959).
Sus hijos le describen como un hombre de temperamento equilibrado que evitaba enfadarse, un hombre que con frecuencia era capaz de encontrar una solución cuando surgían diferencias con sus clientes. Sin ninguna duda, su tacto y encanto hubieran resuelto las controversias surgidas por la superficie de mármol para el Palacio Finlandia, su último gran edificio en Helsinki, un tema que se presentó unos 20 años después de su muerte.' Hay un elemento esencialmente finlandés en la arquitectura de Aalto. Como todo el Arte con mayúscula, el suyo tiene el poder de evocar sentimientos y derecho a un lugar propio en el patrimonio cultural del mundo.
Hugo Alvar Henrik Aalto (1898 - 1976) Si aceptamos la teoría del diseño por la que la forma de un artículo habría de ser determinada por su uso, ya hemos avanzado un poco para apreciar la obra del arquitecto más famoso de Finlandia: Alvar Aalto. Pero una simple definición del funcionalismo no hace justicia a la profundidad de los logros artísticos de Aalto. El funcionalismo fue una fase de su carrera, un paso hacia la expresión de la relación orgánica entre hombre, naturaleza y construcciones. Fue la habilidad de Aalto a la hora de coordinar esos tres componentes lo que revela la belleza de su obra.
Aalto habló sobre su trabajo, arte en construcción lo llamó, como una síntesis de la vida en forma material. Su padre era topógrafo. Cuando Aalto contaba con 5 años, su familia se mudó a Jyväskylä, una ciudad que siempre permanecerá asociada a su nombre. Sería su hogar durante los siguientes 24 años y allí se encuentran más edificios suyos que en cualquier otro lugar del mundo. Aalto diseñó 70 construcciones para la ciudad y sus alrededores, de los cuales 37 se llevaron a cabo. Tras dejar la escuela, se matriculó en la Universidad de Tecnología de Helsinki, donde se graduó en arquitectura en 1921. De vuelta en Jyväskylä, abrió allí un estudio de arquitectura en 1923 y al año siguiente se casó con la arquitecto Aino Marsio. Su viaje de luna de miel a Italia selló una unión intelectual con la cultura mediterránea que constituiría algo importante para él durante el resto de su vida.
En 1927 se trasladó con su familia a Turku, una ciudad situada al suroeste, para realizar algunos encargos importantes y de allí se mudo a Helsinki en 1933. Entre las últimas obras maestras de Aalto se incluye el ayuntamiento de Säynätsalo, finalizado en 1952, y la iglesia de Vuoksenniska Church (1959).
Sus hijos le describen como un hombre de temperamento equilibrado que evitaba enfadarse, un hombre que con frecuencia era capaz de encontrar una solución cuando surgían diferencias con sus clientes. Sin ninguna duda, su tacto y encanto hubieran resuelto las controversias surgidas por la superficie de mármol para el Palacio Finlandia, su último gran edificio en Helsinki, un tema que se presentó unos 20 años después de su muerte.' Hay un elemento esencialmente finlandés en la arquitectura de Aalto. Como todo el Arte con mayúscula, el suyo tiene el poder de evocar sentimientos y derecho a un lugar propio en el patrimonio cultural del mundo.
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